Insolvencia o bancarrota ¿Cómo debemos actuar?

A menudo, cuando escuchamos estos términos ya sea en un noticiero por TV, medio impreso o algún video por redes sociales hablando acerca de la mala situación financiera de una compañía nos hacemos una idea que estas dos palabras significan lo mismo. Pero déjanos deciros que no es así.

A pesar de que las palabras «insolvencia» y «bancarrota«. Son dos palabras que tienen una connotación negativa, a menudo, se percibe que tienen el mismo sentido. Pero, si ha contratado a un abogado mercantil, es posible que pueda ayudarte a comprender estas palabras de una mejor manera. E incluso si no lo hace, te invitamos que sigas con nosotros hasta el final del artículo, ya que, estamos aquí para brindaros toda la asistencia necesaria.

¿Qué es la insolvencia?

La insolvencia es cuando una empresa no puede pagar ya sea sus deudas u otros gastos a tiempo o en su totalidad. En muchos sentidos, la insolvencia puede considerarse una quiebra para las empresas. Una empresa se considera insolvente cuando sus pasivos mejor conocidos como deudas superan a sus activos; o cuando ya no se pueda hacer frente a los gastos cuando se venzan.

Cuando una empresa se declara insolvente, esto significa que sus deudas o pasivos son mayores que el valor de sus activos e ingresos. De hecho, no pueden devolver el dinero adeudado, ni en la actualidad ni en el futuro.

Es posible que una empresa sea insolvente incluso si sus activos superan sus pasivos si los activos no se convierten fácilmente en efectivo necesario para que la empresa pueda realizar los pagos necesarios.

Cuando una persona se declara insolvente, esto se conoce generalmente como «quiebra» y se rige por un conjunto de reglas y procedimientos necesarios completamente diferentes.

Tipos de insolvencia

En este apartado tocaremos los distintos tipos de insolvencia de acuerdo a sus diferentes circunstancias

·       Según el patrimonio del deudor

Recuerda que la insolvencia ocurre cuando un deudor no tiene la capacidad de pagar sus deudas ya sea ahora como en un futuro.

Este tipo de insolvencia consta de dos variables

  • La insolvencia actual: es cuando el deudor no cuenta con los fondos para pagar sus obligaciones exigibles. Por esta razón el individuo está obligado por la ley a solicitar un concurso voluntario de acreedores dentro de un plazo límite de dos meses, desde el momento que se sabe sobre la insolvencia de la empresa.
  • La insolvencia Inminente: Ocurre cuando el deudor no puede cumplir con el pago de las deudas en un futuro. En este sentido la persona deudora está facultada por la ley, pero no de manera obligatoria a presentar la solicitud de un concurso de acreedores Es importante señalar que en este caso es el moroso la persona que está legitimada para hacer esta solicitud y no el grupo de acreedores.

·       Según el proceso

En este sentido la insolvencia debe ser diferenciado si es un proceso penal, o es un proceso civil.

  1. Declaración de insolvencia en el proceso civil

El fin de esta declaración es satisfacer las reclamaciones de un acreedor o grupo de acreedores abriendo el proceso de un concurso. Ten en cuenta que en este caso los acreedores pueden solicitar dicho proceso, a diferencia del caso de insolvencia actual donde el deudor está obligado a solicitar este proceso.

  1. Declaración de insolvencia en un proceso penal

Esto ocurre cuando el deudor no solicita el inicio del proceso de un concurso de acreedores de manera voluntaria cometiendo con ello delito conocido como delito de insolvencia punible. Ten en cuenta que no solicitar la declaración es considerado como un acto de tipo fraudulento que busca perjudicar los intereses de un acreedor o grupo de acreedores. De esta manera el moroso llega a ser insolvente en un proceso penal.

Para saber más sobre la insolvencia punible, lo puedes conseguir en el artículo 259 del Código Penal. Según lo establecido en ese artículo, también es considerado insolvencia punible: la destrucción u ocultación de bienes que puedan usarse para pagar las obligaciones, realizar liquidaciones de manera fraudulentas, participar en negocios de índole especulativos y simular créditos, entre otros.

·       Según la resolución judicial

Basándonos en lo acordado ante una resolución judicial, la insolvencia puede ser de dos tipos:

  • Provisional

Sucede cuando el deudor no cuenta con liquidez y lo resuelve vendiendo parte de sus activos. Aunque puede ocurrir que cuando un moroso no cuente con suficientes bienes, este puede llegar acuerdos con su acreedor o grupo de acreedores ya sea para quita, aplazar o perdonar una deuda. En este sentido una declaración de insolvencia provisional puede facultar a un juez a convocar a todos los acreedores. En caso de que estas personas no se presenten o no se logre tener un quorum necesario o si no se llega a un convenio, el proceso finaliza en sobreseimiento.

  • Definitiva

Ocurre cuando el deudor no tiene los suficientes bienes para cumplir con todas las reclamaciones de cada uno de los acreedores en un corto, mediano y largo plazo.

·       Según el deudor

Es importante saber el tratamiento que debe recibir una insolvencia, ya que esta es diferente si el deudor es un trabajador autónomo, particular o una empresa

  • La insolvencia en trabajadores autónomos es posible gracias a la Ley de Segunda Oportunidad donde le da al moroso poder renegociar o cancelar las deudas, además los acreedores pueden exigir el estado de insolvencia del deudor cuando se amerite.
  • La insolvencia empresarial se encuentra regulada por el Texto Refundido de la Ley Concursal donde establece el comienzo del proceso y finalizar ya sea en la quiebra de la empresa o en un acuerdo con el grupo de acreedores salvando de esta manera la actividad económica de la compañía.

Cómo se resuelve la insolvencia

Cuando existe una declaración de insolvencia no definitiva es cuando se da lugar al inicio de diversos mecanismos con el objetivo de que el deudor pueda iniciar el pago de sus deudas y con ello mantener la empresa a flote.

Efectivamente, esta ley brinda varias herramientas que evitan al empresario perder su empresa a raíz de una quiebra.

En caso de haber una insolvencia por falta de liquidez y si la empresa tiene activos inmovilizados, este puede llegar a un acuerdo con su acreedor o grupo de acreedores y establecer plazas para usar estos activos y de esta forma pagar las obligaciones pertinentes. También existe otra manera de adquirir liquidez y es a través de “pre-pack” concursal, la cual se ha constituido como una herramienta ideal para tramitar las ventas por unidades productivas en un periodo temprano.

Acuerdos preconcursales:

Como sabemos existen alternativas como el concurso de acreedores que buscan llegar a un convenio como una solución pactada buscando con ello reducir, pagar en su totalidad o aplazar una deuda. Aunque estos convenios pactados buscan mantener tu empresa, es posible realizar negociaciones extrajudiciales mejor conocido como preconcursales que busquen reestructurar y refinanciar todas las deudas para poder resolver el riesgo de insolvencia.

Capitalización

Por lo general, las empresas llegan a recibir aportes a través de las donaciones, aportes por terceras personas o individuos interesados para ampliar el capital.

Insolvencia en tiempos de pandemia

Para nadie es un secreto el nivel de alarma que creo la pandemia del COVID-19 durante el año 2020. Por esta razón se empezaron a crear muchos instrumentos legales que busquen mantener las compañías y los trabajos de autónomo en España.

Por causa de la crisis sanitaria muchas empresas entraron en la insolvencia, poniendo en riesgo cumplir los convenios para aquellos que se encontraban en su respectivo concurso de acreedores o aquellos que buscaban un convenio extrajudicial para los pagos.

Por tal motivo se crearon mecanismos como el Real Decreto Ley 5/2021 que buscan apoyar y dar una respuesta a los empresarios ante la insolvencia debido a la pandemia del COVID-19. Gracias a esta Ley se promueven los acuerdos para poder renegociar y refinanciar las deudas en términos acordados.

Es importante resaltar que las empresas deben estar sujetas al Código de Buenas Prácticas que tienen las entidades financieras. De esta manera tanto las agencias calificadoras de riesgo como los bancos pueden analizar los riesgos de solvencia e insolvencia que puedan tener las compañías, otorgando puntos de calificación.

Ten en cuenta que poseer una baja calificación te dificultara el acceso a un crédito y a su vez dañara tanto la credibilidad como la imagen de la compañía. Por este motivo es importante conocer este Código, ya que te permitirá manejar no solo las normas sino todos los criterios que se usan para calificar la insolvencia y solvencia tanto de una empresa como de un individuo.

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