¿Cómo puedo declararme insolvente?
Por lo general, cuando una persona física ya sea particular, autónomo o empresario se encuentra agobiado por el llamado de un acreedor, como el banco, un grupo de acreedores, Hacienda Pública o de Seguridad Social para que pueda pagar sus obligaciones y este no cuente con medios para hacerlo, solo te quedaba declararte insolvente. Sin embargo, este cambio en el 2015 cuando fue emitida la Ley de Segunda Oportunidad.
A pesar de que todavía es posible declararse ya sea en bancarrota, insolvente o quebrado, ya no es una opción que debe tomarse de manera ligera. Pero no todos conocen bien cómo proceder para declararse insolvente, Por esta razón te invitamos que sigas con nosotros hasta el final para que sepas muy bien todo lo que establece esta ley y el proceso de cómo realizar una declaración de insolvencia.
¿Qué es la insolvencia?
Es la incapacidad que tiene una persona física en poder cumplir a tiempo sus obligaciones, con frecuencia también se le conoce a la insolvencia como quiebra.
La insolvencia a nivel empresarial, se distingue en dos tipos:
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Provisional
Es el resultado de una falta de liquidez por un tiempo limitado. En este tipo la compañía hace uso de su patrimonio para hacer frente a sus obligaciones en un plazo determinado. Pero si la empresa no desea emprender lo expuesto, tienen la posibilidad de llegar a un acuerdo negociado con los acreedores.
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Definitiva
Ocurre cuando la compañía no dispone de suficientes activos para afrontar los pagos a corto y largo plazo. Ante esta situación la empresa procede a entrar en un concurso de acreedores.
De acuerdo a lo estipulado en el artículo 2 de la Ley 22/2003 una persona es insolvente cuando no cuenta con la cantidad de dinero necesario para pagar las deudas dando como resultado estar insolvente.
Para un emprendedor, autónomo y particular la insolvencia tiene dos tipos, estos son:
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Actual
La insolvencia actual ocurre cuando un individuo particular o autónomo no puede pagar a tiempo y de forma normal sus deudas.
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Inminente
Es cuando una persona física prevé en un tiempo prudencial el no cumplimiento de sus deudas en un futuro.
Ambas situaciones son válidas para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad con el fin de poder realizar una reestructuración de las deudas.
Ten en cuenta que declararse insolvente es un requisito primordial para poder ampararse a la Ley de la Segunda Oportunidad. Gracias a esta ley el moroso puede quedar sin deudas de manera legal y segura.
¿Qué requisitos debo cumplir para ser insolvente?
En este apartado vas a conocer los requisitos que establece la Ley de quiebra para las personas mejor conocida como la Ley 1116 de 2006 para poder declararse insolvente.
Estos requisitos son:
- El individuo autónomo o particular tuvo que haber incumplido el pago entre 2 o más deudas de 2 o más acreedores en un lapso de mayor de 90 días.
- El valor de la deuda debe ser como mínimo el 10% del pasivo total del moroso.
- Estas obligaciones deben haber sido contraídos durante la explotación de su actividad comercial.
Si me declaro insolvente se eliminan mis deudas
Como te lo hemos dicho antes, al no poder cumplir con tus obligaciones, tu mejor opción es poder ampararte bajo la Ley de la Segunda Oportunidad con el fin de reducir o tener una suspensión de pago totalmente tus deudas.
Esta legislación fue emitida durante el 2015 como respuesta a la adopción a las nuevas políticas de la Zona euro, y el rescate de todas las personas que de una u otra forma se han visto afectadas por la fuerte recesión económica. De esta manera cualquier persona física que este insolvente tendrá la posibilidad de reestructurar sus obligaciones de manera segura y totalmente legal, de la misma manera como lo han hecho las compañías.
El declararse insolvente es el primer paso para poder ampararse en el beneficio que brinda la Ley de la Segunda Oportunidad como lo es la eliminación de las deudas.
Esta ley dispone de dos fases, ellas son:
- La primera fase se trata en una negociación de manera extrajudicial con los acreedores con el propósito de poder reducir la deuda de una persona física Ten presente que esta reducción de deuda es pagada de manera fraccionada en un tiempo determinado, de acuerdo a la capacidad del pago del moroso.
- Segunda fase, ocurre cuando se solicita a un juzgado la cancelación del total de la deuda. Pero para esto es importante realizar un concurso de acreedores y hacer constar que se es insolvente y por ende no se tiene la capacidad para pagar las obligaciones respectivas, además de ser catalogado de un deudor de buena fe. Una vez verificada esta información por un Juez, este sentencia la condonación de manera parcial o total de la deuda.
El Acreedor frente al moroso
En caso de que el acreedor sea quien declare al moroso insolvente, este debe realizar una debida justificación del estado de insolvencia. Para poder realizar esto es necesario presentar una documentación que pueda demostrar la deuda del deudor.
Existen varias maneras para demostrar esto: Una de ellas es a través de una sentencia firme de un juicio monitorio, por impagos del deudor o por embargos pendientes, entre otros.
Recuerda que, al acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, es importante que el moroso se haya declarado insolvente y este pueda demostrarlo para evitar ser declarado en quiebra por el acreedor o los acreedores.
Ley de Segunda Oportunidad y la insolvencia de las personas físicas
Gracias a esta ley existen muchas garantías de éxito, para esto solo va a depender de que se hagan bien los pasos que están establecidos allí. Pero para realizar esto es vital contar con un acompañamiento experto como el de un despacho de abogados.
Una de las ventajas de la Ley de la Segunda Oportunidad es que te permite eliminar o reducir el monto total de tu deuda y así evitar que se añadan intereses bancarios nuevos que lleguen a incrementar la cantidad.
Al terminar el proceso, tendrás la seguridad que tu nombre no estará en la lista de deudores y no recibirás más las llamadas acosándote. Otra ventaja que te brinda esta ley es que durante el proceso no van a poder aumentar tus deudas ni te podrán realizar un procedimiento de embargo.
¿Puedo perder mi casa si se me aplica la Ley de Segunda Oportunidad?
Uno de los requisitos que figuran en la Ley de Segunda Oportunidad es la liquidación del patrimonio para poder pagar las obligaciones por lo que la vivienda puede verse afectado, en otras palabras, perder la casa puede ser posible amparado bajo la Ley de Segunda Oportunidad. Pero existe una condición, esto pasa siempre y cuando no sea obligatorio vender tu casa para estar corriente en el pago de la hipoteca.
Lo negativo en esta ley es que vas a continuar pagando la hipoteca sin recibir un recorte de la deuda, aun apelando a un tribunal, el juez no podrá reducir la hipoteca, en caso de ser necesario, te tocará llegar a un acuerdo con los acreedores para ampliar el plazo con el fin de reducir la cuota.
En ACPitiusos contamos con el mejor equipo de abogados que gustosamente te podrán asesorar y contestar todas las dudas que tengas sobre La Ley de Segunda Oportunidad y el procedimiento que esto implica, para que tus deudas puedan pasar por una suspensión de pago de manera parcial o total y puedas volver emprender sin estar en una lista de morosos.
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